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La legendaria Olivetti Lettera 32 de Cormac McCarthy

La le­gen­da­ria Oli­vetti Let­tera 32 de Cor­mac McCarthy

En la en­trada an­te­rior plan­tee los dos pro­ble­mas de di­seño que aque­ja­ban a to­dos los pro­ce­sa­do­res de texto hasta hace muy poco. En gran parte por­que no ha­bían sido di­se­ña­dos con las ne­ce­si­da­des del es­cri­tor en mente. Fe­liz­mente es una si­tua­ción que em­pezó a cam­biar el año 2003, cuando la com­pa­ñía ale­mana en­ton­ces lla­mada The Blue Te­ch­no­lo­gies Group, lanza Ulys­ses, una he­rra­mienta es­pe­cial­mente di­se­ñada para es­cri­to­res. ¿Cuá­les eran sus ven­ta­jas? Para em­pe­zar, la pan­ta­lla es­taba li­bre de fun­cio­nes inú­ti­les, de­jando todo el es­pa­cio de la pan­ta­lla para el texto. Este modo, lla­mado full screen (pan­ta­lla com­pleta), re­sultó un des­cu­bri­miento para mu­chos que no ha­bía usado los le­gen­da­rios ter­mi­na­les de los años se­tenta. Me atrevo a su­ge­rir que ese salto con­cep­tual, que puede pa­re­cer re­tro, ade­más de mi­núsculo, es uno de los avan­ces más im­por­tan­tes en el di­seño de he­rra­mien­tas de es­cri­tor en lo que va del si­glo veintiuno.

La se­gunda ven­taja de Ulys­ses es que un pro­yecto cual­quiera se puede di­vi­dir en tan­tas par­tes como sea ne­ce­sa­rio. Un li­bro, por ejem­plo, se puede or­ga­ni­zar en ca­pí­tu­los, y és­tos en sec­cio­nes, de modo que la aten­ción se con­cen­tre en una por­ción del texto a la vez. És­tas, a su vez, pue­den te­ner una des­crip­ción que las iden­ti­fi­que fá­cil­mente. De­bido a esta or­ga­ni­za­ción gra­nu­lar del texto, es po­si­ble re­or­ga­ni­zarlo mu­chas ve­ces, cam­biando el or­den de sus par­tes con una fa­ci­li­dad que re­sulta im­po­si­ble en los pro­ce­sa­do­res de texto. Ima­gino que in­clu­sive el gru­ñón de Na­bo­kov ha­bría de­jado las fi­chas en las que es­cri­bía para usar un pro­grama de este tipo, que le per­mi­tía es­cri­bir como es­taba acostumbrado.

La par­ti­cu­la­ri­dad de Ulys­ses es que, al igual que los pri­me­ros pro­ce­sa­do­res de texto, no pre­senta va­rian­tes ti­po­grá­fi­cas en pan­ta­lla, de modo que hay que se­ña­lar­las con eti­que­tas es­pe­cia­les. Esta «edi­ción se­mán­tica» tiene una enorme ven­taja: un texto creado en Ulys­ses se puede abrir en cual­quier compu­tadora del mundo. La com­pa­ñía se llama ahora The Soul­men, pero el pro­grama con­serva el nom­bre de Ulys­ses, en alu­sión a la fa­mosa obra de Joyce, y hace poco ha lan­zado su Ver­sión 2.0 con sig­ni­fi­ca­ti­vas mejoras.

Unos po­cos años des­pués, en 2006, el bri­tá­nico Keith Blount, frus­trado por no te­ner las he­rra­mien­tas apro­pia­das para es­cri­bir su pri­mera no­vela, se em­barcó en la crea­ción de Scri­ve­ner, alu­diendo, de ma­nera un poco más mo­desta, al per­so­naje de Her­man Mel­vi­lle. Sin duda Scri­ve­ner está ins­pi­rado en Ulys­ses de The Soul­men, pero Blount ha cap­tado con ma­yor pre­ci­sión las ne­ce­si­da­des del es­cri­tor. Scri­ve­ner, como Ulys­ses, tam­bién ofrece la op­ción de pan­ta­lla com­pleta que eli­mina to­das las dis­trac­cio­nes, de­jando sólo el texto en la pan­ta­lla. Scri­ve­ner, a di­fe­ren­cia de Ulys­ses, usa el for­mato RTF para sus tex­tos, pero es tam­bién una suerte de len­gua franca en­ten­dida por to­das las compu­tado­ras ac­tua­les. Tam­bién es po­si­ble or­ga­ni­zar un pro­yecto en car­pe­tas, és­tas en sec­cio­nes, y és­tas en sub­sec­cio­nes, y así, hasta lle­gar al ni­vel de gra­nu­la­ri­dad deseado.

Pero, ade­más, Scri­ve­ner ofrece la po­si­bi­li­dad de com­pa­rar dos sec­cio­nes de un pro­yecto mos­trán­do­las en dos ven­ta­nas ad­ya­cen­tes. En­tre las car­pe­tas, hay una donde se puede guar­dar ma­te­rial de re­fe­ren­cia, desde do­cu­men­tos hasta imá­ge­nes, que des­pués se pue­den te­ner a la vista mien­tras se es­cribe. Una de las fun­cio­nes más úti­les de Scri­ve­ner es la vi­sión pa­no­rá­mica en la que cada sec­ción del pro­yecto apa­rece como una ficha.

Por úl­timo, como si esto fuera poco, Scri­ve­ner per­mite ha­cer ano­ta­cio­nes que no son parte del texto fi­nal, pero que lo acom­pa­ñan du­rante todo el pro­ceso de es­cri­tura. No­tas del tipo: «Ave­ri­guar que ca­pa­ci­dad tiene el tam­bor de un re­vól­ver». Fun­ción que, vista en pers­pec­tiva, re­sulta más útil que la op­ción de co­nec­tar la es­cena con una hoja de cálculo. Pero hay más. Scri­ve­ner per­mite to­mar «ins­tan­tá­neas» de un pro­yecto. Esta es una co­pia del pro­yecto, tal como está en ese mo­mento, que Scri­ve­ner ar­chiva an­tes de una ronda de co­rrec­cio­nes. Des­pués, es po­si­ble com­pa­rar ver­sio­nes, o res­tau­rar la ver­sión an­te­rior si hace falta. En es­tos días, Blount pre­para el lan­za­miento de la nueva ver­sión de Scri­ve­ner, que pro­mete me­jo­ras subs­tan­cia­les a una he­rra­mienta que, me atrevo a su­ge­rir, es lo me­jor que existe en este mo­mento para escribir.

De­cir que tanto Ulys­ses como Scri­ve­ner fa­ci­li­tan la ta­rea del es­cri­tor re­sulta una hi­pér­bole se­me­jante a de­cir que los avio­nes fa­ci­li­tan los via­jes in­ter­con­ti­nen­ta­les. Quien piense de­di­carse se­ria­mente a es­cri­bir, y aquí in­cluyo a to­dos los que pa­san va­rias ho­ras al día es­cri­biendo, sea cual fuere su ramo, debe in­ves­ti­gar es­tas dos he­rra­mien­tas. Sus fi­lo­so­fías son di­fe­ren­tes, por lo que se aco­mo­da­rán a di­fe­ren­tes ti­pos de es­cri­tor. ¿Es im­pres­cin­di­ble usar Ulys­ses o Scri­ve­ner para es­cri­bir? No. Se puede es­cri­bir una no­vela, o una te­sis doc­to­ral con MS Word, pero es como bo­xear con una mano ama­rrada a la es­palda. Ima­gino que para al­gu­nos tem­pe­ra­men­tos esto es más un ali­ciente que un im­pe­di­mento, pero las de­más, los que pre­fie­ren es­cri­bir, MS Word no es la herramienta.

Es cierto que tanto Ulys­ses como Scri­ve­ner sólo es­tán dis­po­ni­bles en las compu­tado­ras Mac. Lo cual re­sulta muy malo para quie­nes usan una PC. Hace un tiempo Eco dijo que ele­gir en­tre una Mac y una PC era como ele­gir en­tre la Re­li­gión Ca­tó­lica y la Pro­tes­tante. Eco erró­nea­mente su­giere que la Mac es la Re­li­gión Ca­tó­lica y la PC la pro­tes­tante. Sin em­bargo, aún con la co­rrec­ción de caso, su com­pa­ra­ción po­dría ha­ber sido efec­tiva en 1994, por­que desde que Ap­ple de­ci­dió adop­tar el UNIX como sis­tema de base zanjó la di­fe­ren­cia para siem­pre, ya que desde en­ton­ces las dos pla­ta­for­mas ya no per­te­ne­cen a la misma categoría.

UNIX es un sis­tema ope­ra­tivo que tiene más de cua­renta años de desa­rro­llo. Los pri­me­ros in­ter­fa­ces grá­fi­cos, ba­sa­dos en ven­ta­nas, apa­re­cie­ron en sis­te­mas UNIX an­tes que apa­re­cie­ran en las compu­tado­ras per­so­na­les. UNIX tiene un sis­tema de se­gu­ri­dad como parte in­te­gral de su di­seño. UNIX ad­mi­nis­tra el ac­ceso que cada pro­grama tiene a los re­cur­sos del sis­tema. En fin, la lista puede con­ti­nuar por otras dos páginas.

Esto puede so­nar un poco fun­da­men­ta­lista, pero por mu­cho tiempo tam­bién yo tra­ba­jaba en una PC, en­tre otras coas por­que las Mac me pa­re­cían muy ca­ras. Un día re­cordé que mi abuelo, que fue sas­tre gran parte de su vida, vi­vió una ve­jez de aus­te­ri­dad ex­trema. Sin em­bargo, sa­biendo que po­día ga­narse la vida re­dac­tando do­cu­men­tos le­ga­les (cosa que lo con­vir­tió tam­bién en juez de paz), se com­pró una cos­tosa, pero sú­per mo­derna (para su época) má­quina de es­cri­bir. Se con­vir­tió en su he­rra­mienta fun­da­men­tal hasta un día an­tes de su muerte. Cuando con­tem­plé la po­si­bi­li­dad de mu­darme a una Mac, yo to­da­vía vi­vía con pre­su­puesto de es­tu­diante, pero de­cidí se­guir el ejem­plo de mi abuelo.

Han pa­sado poco más de siete años, pero desde en­ton­ces he de­jado de preo­cu­parme de vi­rus, atas­cos elec­tró­ni­cos, pér­di­das de do­cu­men­tos, in­com­pa­ti­bi­li­da­des, pan­ta­llas azu­les, len­ti­tud, et­cé­tera, et­cé­tera, para de­di­carme a es­cri­bir, que es para lo que uso ma­yor­mente la compu­tadora. El he­cho de que tanto Ulys­ses como Scri­ve­ner es­tu­vie­ran dis­po­ni­bles en esta pla­ta­forma re­sultó una fe­liz coin­ci­den­cia. Es­pero que, des­pués de pro­bar al­guno de ellos, tam­bién opi­nen lo mismo.

Un comentario en “Herramientas de escritor II

  1. Laura 29 julio 2011 at 9:46 pm #

    Hola. Acabo de ba­jar un trial de Scri­ve­ner, otro de Ulys­ses y otro de Story­Mill. Me gustó mu­cho tu ar­tículo, so­bre todo el fi­nal. Gra­cias por com­par­tir la experiencia.


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